Fortalecimiento del desempeño y las políticas de Sistemas de Salud para una mejor salud
Un sistema de salud eficaz, independiente de su tamaño o complejidad (por ejemplo, un sistema de gran tamaño nacional, una pequeña red primaria de la salud pública, o una red integrada privada), protege a sus miembros del empobrecimiento (protección financiera), garantiza la satisfacción de los usuarios y pacientes y engendra políticas intersectoriales que promueven la salud individual y pública más allá de los ámbitos de la atención médica. Tal sistema de salud de alto desempeño garantiza que la población y los individuos sean sanos.
Aunque hay un número de diferentes marcos conceptuales para explicar lo que es un sistema de salud y cuáles son sus objetivos, la mayoría lo definen como todos los recursos, las organizaciones, las políticas y las personas que tienen como objetivo principal de proteger, mejorar y rehabilitar la salud de los individuos y poblaciones. La mayoría de los marcos conceptuales también incluye cuatro componentes claves: El Financiamiento del Sistema de Salud; La Prestación de Servicios Sanitarios; El Paquete de Beneficios y La Administración y Regulación del Sistema de Salud (e.g. Regulación, la inteligencia del sistema, la gobernanza, la vigilancia, la participación multisectorial para la salud). Tanto el diseño específico de cada uno de estos cuatro componentes y como el juego armónico entre ellos definen el desempeño del sistema. Los sistemas de salud tienen como meta proteger y mejorar la salud, proporcionar protección contra el riesgo financiero de la enfermedad (que los miembros de la sociedad no se enfrentan a empobrecer al hacer frente a la enfermedad), y que lo logran satisfaciendo las expectativas legítimas de la población y en una manera económicamente sostenible para el sistema y el país. El desempeño de sistemas de salud es un área central de análisis, trabajo y asesoramiento de CHD. Ofrecemos asesoramiento y formación, además de apoyar a los líderes, los donantes y los responsables políticos en los cuatro pilares fundamentales de los sistemas de salud: Financiación de la Salud, Prestación de Servicios de Salud, el Paquete de Beneficios, y la Rectoría y Regulación, incluyendo la interacción sistémica de las funciones del sistema de el rendimiento del sistema de salud óptimo. |
Definición de la Arquitectura del Sistema de Salud y Estrategias de Transición
Un factor determinante del desempeño óptimo del sistema es garantizar la coherencia de todas las funciones del sistema entre si y con los objetivos del sistema de salud del país incluyendo el paquete de beneficios, los componentes de financiamiento de la salud, las capacidades del proveedor de servicios, y el marco de gestión, y el marco regulatorio.
Asegurar la coherencia en el diseño e implementación de todos los componentes del sistema, ya sea en el lanzamiento inicial (rara vez el caso) o en la transición de un sistema existente (a menudo el caso) es tan importante como, o más importante que, la seleccion de las opciones y diseños específicos para cada componente del sistema. Se requiere diseño y optimización integral del sistema de salud con todos sus componentes en los sistemas integrados nacionales, subnacionales o privadas. El error más común en la reforma y la transformación de los sistemas de salud es la creencia de que reformar sólo una función del sistema (financiación, provisión, regulación, o beneficios) haría que los resultados esperados se logren. Como se esperaría en un sistema en equilibrio, incluso si se hace hincapié solo en una función del sistema, es normalmente imprescindible que se requieran ajustes en las otras funciones para tener éxito. CHD es particularmente distintivo en su capacidad para apoyar a los responsables políticos y los líderes del sistema en el diseño de la arquitectura, la aplicación y la transformación del sistema integral, asegurando la coherencia entre todos sus componentes. |