Desarrollo Infanto-Juvenil Inclusivo
En las últimas décadas, muchos países han reducido significativamente la mortalidad materno-infantil gracias a las políticas y programas de salud Reproductiva Materno Neonatal Infantil y de Adolescentes. Cifras recientes demuestran que las discapacidades del desarrollo y trastornos del aprendizaje y la falta de apoyo de salud mental durante la infancia, la adolescencia y la maternidad/paternidad están concentrando cada vez más la mayor parte del crecimiento del componente de discapacidades en la Carga Mundial de Enfermedades (GBD), particularmente en "Años Vividos con Discapacidades" (YLDs). El nuevo desafío es desarrollar y fortalecer políticas y programas de promoción del desarrollo y salud mental infanto-juvenil, y apoyo a las diferencias de aprendizaje y discapacidades que vayan "más allá de la supervivencia".
Sin embargo, políticas y programas de discapacidades no están incluidos en trabajo regular de programas sociales, de salud y de educación. Además hay una fragmentación y una falta de coordinación entre y dentro de estos sectores. Programas que promueven el Desarrollo en la Primera Infancia, Comportamiento Saludable Adolescente, Salud Mental Global y políticas de Discapacidades trabajan de manera separada y casi siempre sin representación de la comunidad de la discapacidad. Debemos hacer un mejor trabajo de coordinación y colaboración. Estudios longitudinales han demostrado que los programas que combinan nutrición temprana con la promoción de capacidades del desarrollo de la primera infancia, así como centros preescolares de alta calidad son unas de las mejores inversiones políticas en el desarrollo de un país. Estas inversiones no sólo producen efectos en el rendimiento del niño/a al nivel preescolar y la escolarización temprana, sino que también establecen la base neurofisiológica para mayor rendimiento en la escuela, la educación avanzada y la productividad del trabajo. Las tendencias mundiales están buscando iniciativas que promuevan el "mejor comienzo para los niños", fortaleciendo su red de seguridad para que lleguen a la escuela mejor preparados, y las mejoras prácticas a su vez para las escuelas, de manera de que estén listas para recibir, apoyar y celebrar a todos los niños/as. Sostener el desarrollo temprano con programas de salud y educación eficaces para adolescentes y hasta la edad adulta, asegurando la transición al campo laboral, con equidad de género, es esencial. Hacer frente a los desafíos "Más allá de la supervivencia" en RMNCAH requiere un esfuerzo concertado de los gobiernos, los donantes, profesionales de la salud y la educación, los líderes comunitarios y las familias para asegurar la inclusión efectiva en los primeros años de todos los niños/as y adolescentes. Nosotros en CHD nos apasiona apoyar esta creciente prioridad, abarcando los primeros años de la adolescencia como un continuo. Lo hacemos a través de dos áreas de especialización: |
El diseño e implementación de políticas y programas de integración son críticos para los niños vulnerables que muestran los primeros signos de retraso del desarrollo o dificultades de aprendizaje. Las estimaciones más recientes del Índice de Desarrollo Infantil de UNICEF muestran que el 36,8% de los niños entre 3 y 4 años en los países de ingresos bajo o mediano muestran retrasos en el desarrollo cognitivo emocional y social.
Líderes de países que diseñan e implementan políticas y programas para la primera infancia y adolescencia aún se enfrentan a retos importantes en la coordinación de sus esfuerzos con un marco inclusivo que incluya también niños con un frágil comienzo (por ejemplo, bebés prematuros que podrían desarrollar dificultades de aprendizaje y discapacidades, niños que presentan dificultades en torno a sus funciones ejecutivas y capacidades de autorregulación y niños autistas). Los países de ingreso bajo o mediano están evaluando poner en práctica programas de detección precoz y ofrecer servicios de habilitación generales durante los primeros 1.000 días. Por otra parte, la mayoría de programas de salud de adolescentes y desarrollo infantil temprano tienen un enfoque sectorial "tunelizado" a pesar del hecho de que muchos programas interdisciplinarios han sido implementadas por organizaciones privadas (ONG en su mayoría), habitualmente a pequeña escala. Muchos países tienen dificultades para llevar a gran escala enfoques multisectoriales (por ejemplo, la combinación de una adecuada nutrición infantil, educación inclusiva eficaz y de alta calidad, promoción de salud mental durante la infancia y la adolescencia) a causa de los retos inherentes a la colaboración institucional. CHD proporciona asesoramiento a los tomadores de decision en políticas publicas, los administradores de programas comunitarios y los donantes en el diseño y ejecución de políticas y programas de desarrollo infanto-juvenil inclusivo, incluyendo el diseño de pilotos y la implementación de enfoques basados en evidencia en la comunidad que generaliza la promoción de desarrollo infanto-juvenil inclusivo, la equidad de género, y salud mental entre padres e hijos en la atención primaria de salud y escuelas. |
Durante la última década se han producido importantes avances en la identificación de programas basados en la evidencia que incorporan los últimos avances de la neurociencia y los enfoques basados en la comunidad que permiten promover respetuosamente el desarrollo saludable de los niños y adolescentes con inicios frágiles (por ejemplo, bebés prematuros que podrían desarrollar dificultades de aprendizaje y discapacidades, niños que presentan dificultades con sus funciones ejecutivas, capacidades de autorregulación y los niños autistas). Hay una escasez sustancial de profesionales de salud y educadores bien entrenados en la manera de apoyar a las familias que tienen niños y adolescentes con retrasos del desarrollo, dificultades de aprendizaje y discapacidades con un marco inclusivo, basado en evidencia, que sean aplicables en países de ingreso bajo o mediano. También hay muy poca formación para las familias y los padres, en particular en los países en desarrollo, de manera que se ajuste a sus necesidades lingüísticas y culturales.
CHD integra un grupo diverso de expertos que han desarrollado oportunidades de aprendizaje para los profesionales de la salud, educadores y padres a través de iniciativas previas. Nuestros miembros tienen la experiencia necesaria para establecer oportunidades efectivas de aprendizaje interactivo a distancia, incluyendo la capacitación de instructores y modelos de tutoría que pueden responder a las necesidades de aprendizaje de profesionales trabajando en áreas rurales de países de ingreso bajo o mediano, rediciendo los costos para todos. La fortaleza de nuestro modelo de capacitación se basa en la elaboración colaborativa del currículo con los usuarios, la eliminación de barreras de lenguaje y cultura, la introducción de la práctica y supervisión reflexiva, la colaboración interdisciplinaria, la aplicación de la teoría a la práctica (no solo el "que hacer en teoria" sino que también "el como hacerlo") apoyando la implementación local, la integración de los continuos avances de la neurociencia, la evidencia y las contribuciones de la comunidad de adultos con discapacidad. Le invitamos contactarnos para compartir las necesidades de aprendizaje de su organización y explorar colaboración. |